La intención fue, dijo, “tapar la mala gestión” del Gobierno y la “falta” de dólares y de combustibles, dijo el exgobernante en una asamblea de la Federación de Zonas Tradicionales de cultivo de coca.
El presidente boliviano debe tomar decisiones en el corto plazo para no desaprovechar el impulso que le dio haber derrotado el golpe, coinciden analistas.
El mandatario boliviano revela que llamó al expresidente Evo Morales para advertirle lo que sucedía. A la par, se anunció la detención de 17 militares y civiles implicados en la insurrección.
"Si en las próximas 48 horas no surge una persona capaz de al menos lograr una tregua, no le veo ningún futuro a que esto se resuelva ni remotamente", señala una periodista.